La traducción jurada en el ámbito médico: particularidades

En numerosas ocasiones cuando pensamos en traducción jurada la asociamos de inmediato con documentos de carácter jurídico, como un poder notarial, un contrato o un testamento. Como mucho, nos vienen a la mente documentos de tipo administrativo, como un certificado de defunción o un certificado de nacimiento. La realidad es bien distinta, ya que en numerosas ocasiones no se necesita una traducción jurada de un documento jurídico, pero sí puede necesitarse una traducción jurada de un documento no jurídico.

Imaginemos, por ejemplo, una demanda de una persona por un accidente de tráfico en el que el demandante (un turista inglés) resultó gravemente herido. En el juicio, que se va a celebrar en España, se necesitarán los documentos médicos que atestigüen los daños que sufrió y las posibles secuelas que le hayan quedado. Si al turista le han realizado intervenciones quirúrgicas en su país y le han quedado secuelas que le impiden trabajar o tiene que llevar un tipo de tratamiento determinado, toda esa documentación (que estará en inglés) deberá aportarse en el juicio que se va a celebrar en España. Ello obligará no solo a traducirla sino a que un intérprete jurado, en calidad de fedatario público, atestigüe que lo que se dice en esas traducciones es una reproducción fiel de los originales.

Dada la complejidad intrínseca de la traducción de los documentos médicos, lo ideal es que el traductor jurado encargado de atestiguar su veracidad sea también un especialista en traducción médica. Hoy en día, afortunadamente, es cada vez más frecuente encontrar profesionales especializados en traducción médica que sean a la vez traductores jurados, como bien sabemos en Okodia – Grupo traductor. El riesgo de que la traducción la realice un traductor jurado no especializado en medicina es grande.

Las dificultades de una traducción médica que haya que jurar son, principalmente, las propias de la traducción médica propiamente dicha. Un aspecto que puede complicar aún más la traducción es que haya partes manuscritas que, lógicamente, habrá que traducir, ya que la traducción jurada debe reproducir íntegramente el original, sin omisiones de ningún tipo. La traducción puede convertirse en una tarea de “descifrar” primero lo que ha escrito el médico (por ejemplo, si el demandante de nuestro ejemplo ha tenido que acudir a urgencias por complicaciones de un tratamiento relacionado con el accidente). Solo un traductor jurado que sea también traductor médico podrá ofrecernos garantías.

image002

Aún puede complicarse más si nos encontramos abreviaciones, tan frecuentes en historias clínicas. Solo un conocedor de la terminología médica podrá tener la seguridad de traducirlas correctamente.

image004

Otra cuestión que debemos tener en cuenta es que, si hay un error en el documento original, o una ambigüedad, el traductor no podrá “arreglarlo” en la versión en español. En una traducción médica no jurada, el traductor, al ver el error, se lo indicará al cliente y, llegado el caso, podrá corregirlo. Veamos un ejemplo:

Other laboratory abnormalities observed are bilirubin, anemia, neutropenia and thrombocytopenia.

En este caso, la bilirrubina se cita como ejemplo de una alteración analítica, como la anemia, la neutropenia y la trombocitopenia. Sin embargo, la bilirrubina es un parámetro analítico, igual que la glucemia, la cifra de leucocitos o la cifra de plaquetas. Si la traducción no es jurada, el procedimiento normal es comunicar el error al cliente, que probablemente al ver este error lo corregirá y podremos traducir “bilirubin” por “hiperbilirrubinemia” (la alteración analítica de la que se trataba en el documento) y no por “bilirrubina”. Ahora bien, al ser una traducción jurada, no tenemos esta opción y la traducción será:

Otras alteraciones analíticas observadas son bilirrubina, anemia, neutropenia y trombocitopenia.

Por supuesto, existen numerosos documentos médicos de carácter legal, pero la necesidad de una traducción jurada de cualquiera de esos documentos dependerá del uso que vaya a dárseles, es decir, si tienen que surtir efectos legales ante las autoridades correspondientes.

Como lecturas complementarias recomendamos:

 

Artículo escrito por Okodia.

3 comentarios en «La traducción jurada en el ámbito médico: particularidades»

  1. Si la traducción médica ya es compleja de por sí, añadiendo los requerimientos de la traducción jurada, se torna algo realmente complejo. Yo por suerte puedo declinar las propuestas de traducciones médicas escritas a mano que sean de difícil lectura, ya que si dos o tres palabras consecutivas no se pueden entender, la traducción se desvirtúa. Y aunque los traductores tenemos el recurso de poner «ilegible», puede llegar un punto en que el resultado puede ser un auténtico desastre. Pero entiendo que en otros casos no hay más remedio que hacerlo.
    Muchas gracias y saludos.

    Responder

Deja un comentario